Un concepto apreciado y deseado por nuestra sociedad, natural de la evolución del ser, grupo, región o condado.
Queremos ser independientes, por supuesto, pero, ¿hasta que punto esta deseada independencia es absoluta?, ¿hasta que punto podemos llevar esta “libertad”, esta fidelidad y yo diría que esto esta mas ligado a lo que entre los participantes le permite a uno llegar sin perjuicios de los demás. Otro aspecto histórico es que la independencia absoluta no existe, todos estamos ineludiblemente relacionados y dependemos unos de los otros y viceversa
La expansión del hombre actual, sus comunicaciones, comercio y conocimientos hace que la palabra independencia sea mas bien un concepto idílico y no real.
La independencia de un recién nacido no llega a realizarse nuca, siempre estará necesitado de alguien en el transcurso de su vida y de sus haceres. Aun, la independencia de escoger esta relacionada a la oportunidad, sus posibilidades y su cultura, podrá sentirse independiente porque no tiene nadie a su alrededor que le asesore, recomiende una u otra acción pero cuando sienta los resultados de su elección si son positivos se pondrá “medallas” si son negativas encontrara la escusa que justifique tal desafortunado resultado.
Su independencia en el acto de escoger se puede considerar como absoluto y aun así existen puntos en los que el individuo inconscientemente es influenciado por lo tanto es responsable del resultado hasta cierto punto.
Nuestra sociedad quiere responsables, culpables, triunfadores, quiere poner al hombre en casillas con nombres, letreros, denominaciones como si fuese una maquina y aquí esta el error.
Queremos Independencia con condiciones o sea independencia relativa, no absoluta. Queremos independencia sin obligaciones y sin ninguna responsabilidad pero ambas están sujetas a condiciones y posibilidades.
¿Hasta que punto tenemos independencia?